48. Un poco más cerca

Traducción en inglés: oc1221haiphong

                                       anhnguyen12332

Traducción en español: Natsumix   

Edición en español: karie24_

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Después de comprar algunos pescados a la parrilla y diez pinchos de  barbacoa, los dos se sentaron en la orilla del río y charlaron.

“¿Qué te hizo unirte al ejército?”.

Xia Yao esperaba algunas razones como "gran patriotismo" o "admiración por los soldados con armas".

Sin embargo, para su sorpresa, Yuan Zong simplemente respondió: "Sólo quería hacer la vida de mi familia algo mejor".

Xia Yao no dijo nada mientras tomaba dos tragos de cerveza.

"Mi padre no estaba bien educado, no tenía dinero, se casó cuando tenía 30 años. La condición física de mi madre tampoco era buena. Cuando dio a luz a mi Hermana Menor, ya tenía más de 40 años, poco después de eso falleció. Me uní al ejército justo después de la escuela secundaria, para ser honesto, sólo porque quería aliviar la tensión en casa. Y luego en el ejército, conocí a algunos grandes compañeros de equipo durante el entrenamiento, lo que provocó una sensación especial por la tropa".

Xia Yao preguntó: "Debes extrañar esos tiempos, ahora que se han ido".

Yuan Zong se encogió de hombros, "Mi sueño siempre ha sido tener una escuela militar privada algún día".

Xia Yao lo escuchó, comiendo en silencio el palito de barbacoa. Había escuchado hablar de los increíbles registros de Yuan Zong mientras todavía estaba en la fuerza antes. Si no hubiera sido por su licencia temprana, él definitivamente habría sido uno de los que recibirían  entrenamiento especial para el equipo nacional. Xia Yao suspiró, debido a que de repente sintió pena por Yuan Zong.

Yuan Zong notó la expresión grave, tomó una lata de cerveza y empujó a Xia Yao. "Basta de mí, hablemos de ti en su lugar, supongo que eras el niño mimado de la familia, ¿eh?"

"Por Favor", Xia Yao negó inmediatamente, "Cuando mi abuelo estaba vivo y mi familia no se había mudado. Tengo como... muchas abuelas, que, ya sabes, era algo normal en aquellos días. Todos vivíamos bajo un mismo techo, y no era nada como la lucha dramática que usualmente se muestran en las series de televisión; Todos nos llevábamos bastante bien. De hecho, además de tener una niñera, un chofer, mi vida y la tuya eran más o menos las mismas.

“Nunca he ido a una escuela privada, abuelo siempre decía que los niños que eran castigados en un solo lugar no eran saludables. Cuando yo estaba en la escuela, la mayoría de mis amigos no conocían mis antecedentes, que no tenía la intención de contar. Por lo tanto, yo siempre estaba en buenos términos con ellos. Después de entrar en la universidad, todos habían crecido, los amigos eran menos. Tú y yo, ambos sufrimos límites inevitables, para mí, no podía ser amigo de nadie”.

Xia Yao habló continuamente por un largo tiempo. Habló de su familia, la relación enredada y sus problemas; Habló acerca de cómo se mató trabajando para lograr algo y luego simplemente ser depreciado... Todos esos sentimientos embotellados entonces salieron con la ayuda del alcohol.

Después de eso, los dos hablaron de sus juguetes infantiles. Xia Yao se sentía como si estuviera en un nivel diferente. Desde que recordaba, había jugado con modelos de automóviles limitados, juguetes importados, incluso videojuegos que no habían salido oficialmente en el mercado. Los juguetes de Yuan Zong, por otro lado, eran mucho más como una mezcolanza, bandas de hierro rodante, juegos de palos, patinaje sobre madera, canicas...

El siguiente tema fue la comida de la infancia. De las especialidades de Dong Bei, peras heladas, caqui helado ... a la torta frita de Dong Bei con varios rellenos, estupenda chuleta de cerdo frita, maravillosa panza de cerdo cocinada a fuego lento con repollo marinado. Sólo la idea de ellos era suficiente para que la boca de Xia Yao se hiciera agua.

“Definitivamente encontraré tiempo para llevarte a un viaje a mi ciudad natal. ¿Cómo suena esto, sentado en la cama, junto a la chimenea, comiendo la verdadera comida de Dong Bei?” Sugirió Yuan Zong.

Xia Yao asintió con felicidad. El hambre mostrada a través de sus ojos pinchó el corazón de Yuan Zong.

El tiempo pasó en un instante, pronto el sol se estableció sobre el horizonte, sólo entonces Xia Yao se dio cuenta de que ya eran las 5 pm. "¡Me estás tomando el pelo! Son las cinco de la tarde. Date prisa, ya es hora de que nos vayamos a casa, o no volveremos antes de medianoche.”

Yuan Zong tomó silenciosamente su chaqueta del maletero y se la dio a Xia Yao, entonces empezaron a regresar a casa.