49. ¡Detén la moto!

Traducción en inglés: oc1221haiphong 

                                    DungQuoc16

                                    trangcugia 

                                    @anhnguyen12332

Traducción en Español: Natsumix

Edición en Español: karie24_

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El resplandor del atardecer iluminaba hacia el oeste, dejando en el suelo largas siluetas entrelazadas.

A pesar de ponerse otra chaqueta, la ropa de Xia Yao todavía estaba empapada. El vehículo iba tan rápido que sólo podía sentir el frío viento que soplaba a través de su cuerpo. Xia Yao se acurrucó, todavía inhalaba una ráfaga de aire penetrante de vez en cuando.

“¿Tienes frío?” preguntó Yuan Zong, “Si es así, voy a conducir más lento”.

Xia Yao rechazó, “¡No puedes! ¡Tendremos que pasar la noche fuera si lo haces!”

Yuan Zong no respondió, manteniendo la velocidad de conducción actual.

Xia Yao finalmente sacó un dedo de la manga, con la intención de echar un vistazo a la ropa de Yuan Zong, dándose cuenta de que estaba aún más empapado. Con una extraña sensación de simpatía, preguntó: “¿Tienes frío?”.

“De ningún modo”.

Con este hombre sentado en la parte trasera, no podía evitar sentir una pequeña chimenea radiante encendiendo su corazón.

La motocicleta sólo había rodado sus ruedas en la calle durante una hora cuando la noche salió a recibirlos. Cuando Xia Yao se inclinó hacia arriba, el cielo profundamente azul ya había sido reemplazado por nubes oscuras. Las nubes de lluvia se dirigían hacia el sur, parecía probable que se extendieran incluso hacia el norte.

¡Por Dios! Xia Yao en silencio se puso nervioso. ¿Por qué la lluvia vino directamente después de que yo lo sugiriera?.

Él le dio una palmadita en la espalda a Yuan Zong, “¿Puedes conducir un poco más rápido? No dejes que esas nubes nos alcancen”.

 

“¡Cabeza tonta!” respondió Yuan Zong: “Este es el atajo, no es fácil conducir en esta carretera por lo que esta es la velocidad más rápida a la que puedo ir. Conducir más rápido significa arriesgar tu vida y extremidades. ¿Quieres morir o quieres ir a casa a salvo?.

“Ir a casa”.

Una señal secreta de satisfacción se encendió dentro de la mirada del hombre mayor, “Un erudito prefiere la muerte a la humillación”.

“¿Qué?” gritó Xia Yao: “No puedo oírte”.

“Nada”.

No escuchar la declaración de Yuan Zong resultó ser una suerte, ya que Xia Yao definitivamente se negaría a entrar en un hotel si lo hacía, aunque tuviera que estar mojado de la cabeza a las puntas de los pies.

Se detuvieron en una estación de servicio cerca de la carretera. Por desgracia, hubo una procesión delante de los dos. Xia Yao estresado mientras nubes oscuras aparecían. Comenzó a llover a cántaros con nubes oscuras dominando el cielo, cuando ambos estaban teniendo una conversación.

Xia Yao montó en cólera, sin embargo no podía encontrar una manera de lamentarse. Decidió interrogar a Yuan Zong, “¿no viste el pronóstico del tiempo antes de venir a este lugar?”

“¿Por qué no invocaste a los dioses con antelación a este viaje para exigir que no llueva?”.

Xia Yao gruñó en disgusto, poniéndose un impermeable sacado del baúl. Ya que no hubo reacción de Yuan Zong, él preguntó: “¿Por qué no usas tu impermeable?”.

“Está lloviendo demasiado, además de que los caminos son lo suficientemente resbaladizos como para causar accidentes. Seguiremos cuando se haya detenido”.

Xia Yao no estaba de acuerdo, corriendo hacia el vehículo bajo el torrente, pero fue retenido y Yuan Zong preguntó, “¿Tienes que volver a cualquier costo?”.

“¡Por supuesto!”.

Yuan Zong suspiró, bajó la voz, “Entonces tu conduce”.

“¡Bien! Lo haré”.

Como Yuan Zong era más alto que Xia Yao, cuando él se sentó en la parte posterior, dos brazos envolvieron el pecho de Xia Yao, su cuerpo y el impermeable holgado en conjunto crearon otra capa de cobertura, evitando que la ropa de Xia Yao se mojara.

Permaneciendo en sus ubicaciones, era considerablemente menos frío para el hombre más joven.

De repente apareció ante ellos un camino oscuro, sin luz ni vehículos.

Lo único que los dos podían distinguir era menos de 20 pies de árboles en los lados.

Era absolutamente silencioso, ya que la escena era más del camino al infierno que el camino a casa. La imaginación de la gente durante esos momentos por lo general solía trabajar todo lo posible para llegar a imágenes de fantasmas y todo tipo de monstruos.

Yuan Zong percibió la rigidez de Xia Yao, suavemente susurró en sus oídos, “No tengas miedo”.

Esas sencillas palabras, de alguna manera, despejaron el susto dentro de Xia Yao en ese horrible momento. Yuan Zong estaba tan cerca de su cuello que podía sentir la piel áspera y cálida del hombre. Inexplicablemente, una repentina sensación de calma iluminó su mente temblorosa.

La lluvia se hizo más pesada, y como la pantalla de su casco no tenía limpiaparabrisas, se hizo aún más difícil ver el camino. Abriendo la pantalla, sus ojos veían borrosos con el agua, ni siquiera capaz de abrirse. Sin embargo, al cerrar la pantalla, apenas podía ver a través. Todo lo que Xia Yao podía hacer era girar la pantalla un poco y abrir los ojos lo más ancho posible antes de que la hendidura se llenara de agua. A medida que la tarea de conducir en el aguacero se intensificó, Xia Yao se agotó después de las primeras diez millas. Ambos se detuvieron para un cambio.

Xia Yao se sentó en la parte posterior; como el viento helado soplaba incesantemente, sus dientes apretados sin parar. No quería abrazar a Yuan Zong al principio, pero su resistencia finalmente llegó a su fin, antes de que dicho hombre recurriera a poner sus brazos sobre Yuan Zong.

 

Inmediatamente, corrientes de agua del impermeable de Yuan Zong se derramaron, dando totalmente  a Xia Yao escalofríos.

“Métete en mi impermeable”, dijo Yuan Zong.

Xia Yao lo hizo, dándose cuenta de que la ropa interior de la otra persona estaba completamente empapada también. Desde los  guantes, chaqueta de moto a los zapatos y pantalones, nadie escapó de este terrible destino. Pensando en la intención de Yuan Zong de abrazarlo, una sensación de malestar surgió dentro de Xia Yao.

Llegaron a una pequeña ciudad, donde las luces parpadeantes de las señales de hotel se alineaban a ambos lados de la carretera. Grandes bañeras, camas cálidas, aperitivo de medianoche, todos estaban invitando a Xia Yao. Apretó las mandíbulas y luego se coló gruñonamente en el impermeable  de Yuan Zong.

Tal vez fue debido al agotamiento que Xia Yao inconscientemente puso su mejilla contra la espalda de Yuan Zong, sólo para descubrir que ya no estaba tan caliente como antes. Finalmente se dio cuenta de que habían recorrido más de mil kilómetros, el nivel de energía pronto había caído por debajo del valor de una persona normal.

Una mano invisible apretada en el corazón de Xia Yao, trató de mantenerla pero al final, todavía gritando, “¡Detén la moto!”