146. Finalmente entendiendo

"¿Puedes no hacer una montaña en una colina de topos?" Yuan Zong agarró el rostro de Xia Yao y preguntó.

Xia Yao trató de alejar su mano, lo afilado de su voz era obvio, "¡No te atrevas a cambiar de tema, escúpelo!"

Yuan Zong sacó un encendedor del bolsillo, lo encendió y lo acercó bastante al párpado de Xia Yao que casi se incendia.

"¿Qué diablos haces?" Xia Yao retrocedió rápidamente.

Yuan Zong arrojó el encendedor hacia Xia Yao: "Quería comprarlo hace un tiempo, pero Wang Zhi Shui no estaba dispuesto a vender. Sin embargo, lo pensó un segundo y vino a buscarme para venderlo." Yuan Zong habló en tono monótono.

Xin Yao fingió no entender, "¿Para quién lo compraste?"

"Para ti", esas dos palabras salieron claras y sinceras.

Yuan Zong empujó a Xia Yao sobre la cama una vez más y siguió calentando su cuello y rostro con el encendedor. Xia Yao, provocado, estiró sus brazos y  piernas y comenzó a maldecir.

"Vete a la mierda, aléjate de mí. Deja de perder el tiempo..."

Yuan Zong arrojó el encendedor a un lado, colocó todo su peso corporal contra el forcejeo de Xia Yao, usó sus dos grandes manos para sujetar firmemente los brazos de Xia Yao a la cama y comenzó a arrastrar besos por sus mejillas.

"Vete a la mierda... arghh..."

Xia Yao no obedeció, sacudió constantemente su cabeza de izquierda a derecha en un esfuerzo por esquivar los besos, lo que hizo que las cicatrices en su rostro fueran más visibles.

El corazón de Yuan Zong cayó tan pronto como vio esas cicatrices. Continuó sus acciones dominantes mientras reprendía a Xia Yao.

"Mírate a ti mismo. Una de las esquinas de tus ojos acaba de sanar, ahora la otra ya se ha convertido en este tipo de desastre. ¡Mira lo que le has hecho a un rostro tan hermoso!"

Xia Yao, que siempre se ha tomado en serio su apariencia, estalló en un ataque de ira al escuchar esas palabras.

"Solo déjame ser, ¿de acuerdo? ¿No hay siempre una persona sexualmente atractiva a tu vista? ¿Por qué no lo miras?"

Nunca parpadeo un ojo ante este tipo de resistencia, Yuan Zong desnudó a Xia Yao, luego revisó las heridas en todo su cuerpo. Xia Yao inicialmente tenía la intención de alejarse de él, pero no pudo evitar dejar que Yuan Zong se sintiera libre de hacer lo que quisiera. Honestamente, ya ha renunciado incluso a reaccionar ante Yuan Zong.

Esta idea fue lo suficientemente brillante como para hacer que Yuan Zong se sintiera culpable. Xia Yao puso a Yuan Zong en una situación incómoda simplemente por quedarse quieto.

"Dime, ¿qué es tan bueno a cerca de ti?" Yuan Zong lo consoló suavemente, acariciando su brazo hinchado. Había una vaga distinción entre cariño y cansancio en su mirada. "¿Cómo puedes culparme por ser duro contigo cuando eres tú quien se tortura? ¿No debería ser duro contigo? Esta lección te sirve cierto."

Xia Yao miró hacia otro lado con un rostro sombrío, "No necesito tu lástima."

Yuan Zong volteó el rostro de Xia Yao para encontrarse con su mirada, ahora inundada de ardientes dudas.

"Sé honesto, ¿todo esto realmente sucedió por tu descuido mientras estabas en servicio?"

Xia Yao, que todavía estaba enojado con él, asintió sin dudarlo.

"Sí."

Yuan Zong presionó su dedo contra los labios de Xia Yao "Si alguna vez descubro que estás diciendo mentiras, entonces que Dios me ayude, ni siquiera esperes que tu trasero esté intacto."

Xia Yao permaneció calmado y sin molestarse por las palabras amenazantes en sus oídos.

Los dedos de Yuan Zong comenzaron a encontrar su camino hacia los pezones magullados en el pecho de Xia Yao. Cada toque le daba una sensación de dolor que lo hacía temblar sin control.

"Lárgate... no me toques..."

Para Yuan Zong, los pezones de Xia Yao eran como una banda de goma elástica para agarrar y tirar, lo que hacía que el cuerpo de Xia Yao luchara continuamente como el de una anguila debajo de él, un rubor ardiente apareció en su rostro mientras su tono se convirtió en regaños.

Yuan Zong no dejó de atacar, dio la vuelta al cuerpo de Xia Yao y frotó su pene de un lado a otro en su entrada, mientras sus labios dejaban rastros de amor en el cuello y las mejillas resistentes del joven. Un jadeo fuerte respiró en el oído de Xia Yao.

"¿Crees que puedes escapar de tal intimidad?"

"Solo vete a la mierda... No me beses con los labios infectados por otra persona. Estoy disgustado..." Xia Yao refutó bruscamente cuando su rostro se puso más rígido.

En un instante, todo su pezón fue duramente chupado y mordido. Su cintura se sacudió en un ataque inesperado. Los gestos de resistencia se transformaron gradualmente de golpear a tirar del cabello de Yuan Zong, de morder a envolver las piernas alrededor de la cadera de Yuan Zong, apretando deliberadamente alrededor de su cuerpo.

Y cuando Yuan Zong colocó la virilidad de Xia Yao en su boca, fue completamente derrotado.

Yuan Zong, por otro lado, al mismo tiempo despertó a Xia Yao con su boca y metió el dedo en su punto dulce, "¿Todavía quieres que me vaya, ah?"

"No... No..." Xia Yao abrió sus piernas con tanta prisa, sus nalgas ya se estaban levantando del colchón, "Empuja adentro, rápido..."

Yuan Zong fue amable con él esta vez por temor a despertar el dolor en sus heridas. Cada empujón fue del agrado de Xia Yao. Fue tan placentero que Xia Yao incluso le rogó a Yuan Zong que se detuviera y se vino dos veces con sus lágrimas casi cayendo.

Dicen que la mejor manera de hacer las paces después de una pelea es tener relaciones sexuales, y Xia Yao siguió estas palabras de sabiduría para su relación. No hace mucho tiempo, cuando entró Yuan Zong, alguien decía rotundamente que deberían "separarse"; pero después de estar completamente complacido, esa misma persona ahora corría escaleras abajo para cocinar dumplings solo porque Yuan Zong dijo que tenía hambre, a pesar del esfuerzo de Yuan Zong por mantenerlo arriba.

"¿Sabe bien?" Xia Yao preguntó.

Yuan Zong masticaba y masticaba, "No está tan mal, ¿quieres probarlo?"

Xia Yao mantuvo su boca cerrada, sin pronunciar una palabra.

Al ver que Xia Yao no respondió, Yuan Zong continuó recogiendo los dumplings y duplicando su velocidad de comer.

El joven maestro Xia pensó que Yuan Zong lo alimentaría con una cuchara sin que él tuviera que decir una palabra. Pero quién hubiera pensado, el hombre persistió en comer su comida sin ninguna consideración por Xia Yao.

Por lo tanto, Xia Yao abrió ampliamente su boca.

"Ahhh——", pronunció en voz alta sus palabras. Pero Yuan Zong todavía se metió el dumpling en su boca. Xia Yao estaba a punto de lanzar un ataque cuando, de repente, su boca se llenó con el sabor de medio dumpling y los labios de Yuan Zong. Xia Yao se tragó su parte en un instante.

Los dos se recostaron en su silla, masticando y sonriendo de oreja a oreja el uno al otro.

"No creo que lo que comí fuera un dumpling." Xia Yao comentó.

Yuan Zong preguntó: "Entonces, ¿qué era?"

Xia Yao respondió con toda seriedad: "Cariño." 

Esta simple palabra fue suficiente para hacer delirantemente feliz al "esposo Yuan", así que se rió suavemente y comenzó a alimentar a Xia Yao con el resto de los dumpling. A pesar de que la comida fue preparada para Yuan Zong, Xia Yao terminó comiendo la mayor parte.

Después del refrigerio de medianoche, Xia Yao jugueteaba constantemente con su nuevo encendedor y no lo dejaba pasar ni un minuto. Abriéndolo y cerrándolo, balanceándolo de un lado a otro, Xia Yao finalmente decidió quemar una pizca del vello púbico de Yuan Zong y luego lo miró con una expresión diabólica, sonriendo de una manera inhumana.

Yuan Zong no pudo mostrarse hostil hacia estas acciones. De hecho, estas eran características de Xia Yao que odiaba y amaba al mismo tiempo. Sus enormes manos apretaron las mejillas de Xia Yao, mirando su alma.

"Eres tan sensible. ¿Eso significa que reaccionarías ante alguien si te tocara?"

"Eso no es cierto." Xia Yao respondió honestamente: "¡Si mi cuerpo no acepta a esa persona, entonces no podría provocar ningún tipo de sentimiento!"

Xia Yao descubrió que Yuan Zong lo estaba mirando atentamente. Sintiéndose estresado, Xia Yao preguntó: "¿Qué pasa?"

"Estaba pensando que necesito entrenar este cuerpo tuyo para que no pueda aceptar a nadie más que a mí."

"Eh..."

A la mañana siguiente, Xia Yao fue a la compañía de Yuan Zong para encontrar a Tian Yan Qi.

Tian Yan Qi estaba instruyendo a un nuevo aprendiz cuando de repente escuchó que alguien gritaba su nombre desde la puerta.

"Xiao Tian, ven aquí."

Cuando Tian Yan Qi volteó su cabeza, pudo ver a Xia Yao parado allí con una expresión sombría.

"Dame un segundo", dijo Tian Yan Qi a un estudiante antes de correr hacia donde estaba Xia Yao.

"¿Qué pasa?"

Xia Yao dijo arrogantemente: "Busquemos una habitación tranquila para conversar."

En una habitación aislada, Xia Yao encendió un cigarro mientras evaluaba cuidadosamente a Tian Yan Qi.

"¿Sabes por qué estoy aquí?"

Tian Yan Qi tampoco andaba por las ramas y dijo por adelantado: "Estaba demasiado emocionado esa vez, no tenía la intención de hacerlo."

Xia Yao sopló con fuerza una bocanada, "¿Qué pasa si también me follo a tu madre solo porque estaba demasiado emocionado?"

Tian Yan Qi no tiene ninguna enemistad con Xia Yao, sin mencionar que lo ayudó a pagar su matrícula, por lo que su relación fue bastante buena. Pero Xia Yao decirle algo así fue realmente duro, lo que hizo imposible que Tian Yan Qi no le devolviera la mirada.

"¿Qué quieres decir?"

"¿Qué me pasa diciendo eso?" Xia Yao dejó el cigarro sobre la mesa, "Si no te gusta recibir comentarios malos, entonces no hagas cosas inmorales. ¿Quién crees que es para que lo beses cuando quieras? Los chismes habituales sobre tu relación no cuentan, pero tus acciones esta vez no pueden ser perdonadas."

Tian Yan Qi se metió la mano en el bolsillo y sacó un montón de dinero.

"Estos son los veinte mil yuanes que pagaste por mi matrícula."

"¡Para con eso!" Xia Yao le devolvió la mirada, "No soy de los que guardan rencor contra algo así, pon tu dinero lejos."

Tian Yan Qi tampoco era alguien para hablar, y dijo directamente: "Todo fue mi culpa, ¡puedes resolverlo como quieras!"

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