43. Como un cerdo

Traducción en inglés: trangcugia

                                  @anhnguyen12332

Traducción en español: Natsumix

Edición en español: karie24_

 

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El día siguiente fue 15 de agosto. Como tradición, a los alumnos se les darían sus pasteles de luna durante esta ocasión, y ese año no fue una excepción. Todos ellos, después de recibir sus pasteles, lanzaron rápidamente una mirada en la dirección de Xia Yao, examinando si el cuñado de alguien era tratado más favorablemente que ellos.

Incluso hubo alguno al que le gustaba jugar con fuego y agarró la caja de pasteles de Xia Yao antes de dejarlo ir decepcionado viendo que no era diferente de los demás. Poco sabía el ignorante, dentro de ese envase idéntico se distinguían tortas verdaderamente.

Xia Yao, después de haber empacado todas sus pertenencias, buscó su bolsa de raíces de loto sin encontrarla en ninguna parte a la vista. Todavía frustrado, se dio cuenta de que Yuan Zong salía con una gran bolsa térmica en la mano. En su interior se encontraban sabrosas raíces de loto recién cocidas en azúcar de canela, con una fuerte fragancia reconocible desde una gran distancia.

"Dile a tu madre que lo pruebe", dijo Yuan Zong.

"¿Por qué le pediste al chef que hiciera esto para mí? yo prefiero la ensalada mixta agridulce de raíces de loto".

El chef, al salir, se detuvo al escuchar esto.

"No fui yo quien hizo el plato sino el Director Yuan, él mismo. He estado aquí por más de un año, pero esta es la primera vez que lo veo ir a la cocina. Ese tipo de buena voluntad, ¡no puedes decir que no!

Xia Yao le echó un vistazo a Yuan Zong con desconfiada sospecha. Ese descortés, ¿es capaz de cocinar? ¡Entonces comer las cosas que hace probablemente estaba más allá de los reinos de la posibilidad!

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Durante la cena, las raíces de loto en rodajas se sirvieron en la mesa de comedor.

La señora Xia, tan pronto como tomó el primer bocado del plato, rodó los ojos con asombro.

"Hmmm, ¡estas raíces de loto en azúcar de canela están excelente! Incluso mejor que la de la señora Lee, nuestra antigua ayudante"

¿Estaban realmente tan buenas? Xia Yao, que no podía creer lo que oía, lo probó también.

Inmediatamente, un aroma fragante a flores de canela llenó su nariz, al mismo tiempo la raíz dulce y sabrosa se derretía en su lengua, fusionada con el arroz glutinoso suave y pegajoso. Era, por su propia admisión, demasiado fantástico. Se trataba de un plato tradicional del sur, que exigía una receta muy complicada, contrariamente a la comida del noreste procesada sólo en ollas a presión. Xia Yao había pensado que un tipo robusto del noreste como Yuan Zong no podía hacer tal plato, o el producto sólo podía merecer el juicio "comestible". ¡Fue sorprendente que el plato sin duda alcanzó un nivel experto!

Xia Yao antes no ha tenido mucho gusto por este tipo de plato, pero por el momento, sus palillos no podían dejar de recoger apresuradamente más.

La señora Xia no pudo evitar preguntar, “¿Dónde lo compraste?”

"En... en un puesto en la acera"

“Ve a buscar más mañana.”

Xia Yao estaba a punto de ahogarse, "¡E... esa cosa... es medio otoño mañana mamá! ¡Ellos tienen que tomar el día libre!"

"Oh, lo olvidé. Entonces esperaremos hasta después del festival de la luna.

Xia Yao esperaba que después de varios días, su honorable madre se olvidara de esto. Desalentadoramente, el primer día después de sus vacaciones, fue atrapado por la señora Xia en el camino a su oficina.

"Recuerda comprar algunas raíces de loto en azúcar de canela, por supuesto, de ese puesto que mencionaste."

Esa noche, Xia Yao buscó un puesto de comida al azar, comprando el mismo tipo de raíces de loto. Por desgracia, su madre vio a través del truco justo después de la primera mordida. No sólo ella, incluso Xia Yao se dio cuenta de que no era del mismo nivel que el sabor extremo del otro día.

 

"¿Me estás tomando el pelo?" La señora Xia miró a su hijo.

Xia Yao suspiró, "Su puesto sólo abre los fines de semana."

"¡Entonces vuelve este fin de semana!"

Ese fin de semana, cuando Xia Yao llegó a la compañía de Yuan Zong, recibió un mensaje de su madre.

"Hijo, recuerda venir a casa esta noche con las raíces de loto de ese puesto."

Los labios de Xia Yao temblaron. Adicta después de una sola vez, pero... la manzana no cayó lejos del árbol. Xia Yao mismo no sentía que había tenido suficiente tampoco, como a lo largo de estos días, la imagen encantadora de esas raíces de loto con sabor a canela dulce ocupó su mente cada vez que el hambre surgía.

Pero, ¿cómo podría abrir su boca? Él simplemente no podía decirle al hombre "Mi mamá y yo somos adictos a esto, por favor haz algunos más". No, sería embarazoso. Faltaba sólo un plato tan mal, ¿después de todo esa era toda la gula que él y su mamá podrían mostrar?

Xia Yao respiró hondo, dirigiéndose al vestuario.

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Yuan Zong no dejó de notar las miradas constantes de Xia Yao en el lago de loto. Dos durante su carrera matutina, dos más al alimentar a los pájaros, otros dos en la práctica de lucha libre, e incluso dos después de salir del baño, a mitad de camino tirando de sus pantalones...

Aquella tarde, durante el breve descanso después del segundo y tercer período, Xia Yao, siguiendo su hábito usual, echó una ojeada al lago de loto antes de que sus ojos se congelaran de repente.

En el gran lago había una silueta de un cuerpo en movimiento. A pesar de la distancia, Xia Yao todavía reconoció a Yuan Zong. De hecho, no era otro que aquel que podía pasar descalzo al agua durante esta temporada sin signos de temblores o estremecimiento; lento, pasos  firmes bajo el barro mantenido con una perseverancia sobresaliente. 

Se inclinó sobre su cintura, el pecho bien entonado casi llegó a la superficie del agua cuando diez dedos se sumergieron en la capa de barro, tirando ordenadamente una raíz de loto. Con ese movimiento hábil repetido, un gran montón de raíces pronto se amontonó en el suelo, variando en tamaño y longitud.

Yuan Zong salió del lago, con las piernas desnudas y musculosas cubiertas por una delgada capa de barro. Llevando las raíces, caminaba descalzo por el camino asfaltado, imprimiendo en el amplio suelo, pasos firmes.

Una brisa de otoño entró en la habitación antes de acurrucarse en el regazo de Xia Yao, haciéndole temblar en silencio.