123. Una escena amarga.

Después de que Xuan Da Yu salió, él nunca regresó. Wang Zhi Shui ya había terminado su chequeo médico esperando en la puerta. Después de esperar una o dos horas, Xuan Da Yu todavía no regresaba, ni contestó su teléfono cuando lo llamaron, así que sin ninguna opción, Wang Zhi Shui fue a operar su motocicleta solo.

Después de que Xuan Da Yu sufriera la "gran calamidad", su mente prácticamente colapsó. Olvidó por completo que Wang Zhi Shui todavía estaba viendo al médico mientras conducía directamente a la casa de Peng Ze a toda prisa. Solo tenía un plan en mente: hacerles saber qué tipo de persona es realmente su bebé Xia Yao en su corazón.

Peng Ze, en ese momento, estaba ocupado jugando juegos sexuales con Liu Xuan. Liu Xuan se recostó en la cama, desnuda, con sus partes atractivas cubiertas con chocolate, pastel de crema, dulces y otros dulces más pequeños, lo cual todo era para que Peng Ze lo disfrutara uno por uno. Cada vez que terminaba de comer algo, tenía que lamer los trozos restantes, haciendo que Liu Xuan irrumpiera en sus pantalones cortos.

Originalmente, se suponía que era una escena lasciva sensacional, pero Peng Ze notó algo: le había puesto demasiados dulces en el cuerpo, lo que le provocó un dolor de estómago solo a mitad de la comida.

Ya estaba lleno cuando llegó a su ombligo.

"¡Bebé, come el pastel en mi entrepierna!" Liu Xuan miró a Peng Ze con una mirada burlona.

Peng Ze no quería que Liu Xuan supiera que ya estaba lleno, así que se obligó a agacharse, respiró hondo y mordió el pastel de chocolate sobre el vello púbico de Liu Xuan.

Peng Ze no solo estaba cansado de comer, sino que no podía manejar un sabor tan pesado. De repente hubo una sensación de náusea. No queriendo perder el interés de su novia en el momento crítico, Peng Ze apartó primero el pastel de chocolate.

"Esta pieza es demasiado grande para comerla."

Los ojos de flor de durazno de Liu Xuan sonreían. "Eres demasiado impaciente, ¿verdad?"

Peng Ze sonrió a regañadientes.

"Luego lame el chocolate sobre mi cabello. No quiero que esté pegajoso cuando tengamos sexo."

El corazón de Peng Ze lo rechazó en respuesta, pero él fingió ser feliz y fue a hacerlo con placer.

Desafortunadamente, había sobreestimado su resistencia psicológica. Tan pronto como sus labios se unieron, ni siquiera antes de dos lamidas, la comida dulce en su estómago de repente comenzó a batirse violentamente. Peng Ze realmente no podía aguantarlo más y dio un salto hacia el baño a toda prisa.

Vomitó hasta el punto de sentirse mareado, sus lágrimas brotaban.

Rápidamente hizo gárgaras en su boca y salió corriendo. Cuando vio que Liu Xuan ya había comenzado a vestirse, se apresuró a persuadirla: "Bebé, escúchame, no me gusta la comida dulce. Si como mucho, sentiré náuseas."

Sin embargo, la autoestima de Liu Xuan era particularmente alta, así que no le importaba lo que  Peng Ze le explicara, ella no escucharía.

Peng Ze ha tenido mucha experiencia en este campo. Sabía que mientras una mujer esté enojada, la mejor manera de persuadirla es follarla duro. Follarla hasta que se sienta placentera, follarla hasta que esté satisfecha, y todos los enojos desaparecerán de una vez.

Al final, con el juego previo ya terminado, la persuasión casi terminada, Peng Ze era incapaz de conseguir ponerse duro de nuevo.

Liu Xuan, sintiéndose un poco tolerante y pensando que Peng Ze estaba ansioso, le ofreció su mano para ayudarlo a levantarse.

Peng Ze gradualmente llegó a un estado de ánimo placentero. De repente, las palabras con las que solía molestar a Li Zhen Zhen aparecieron en su mente.

"Echa un vistazo en tu apariencia de zorra..."

Liu Xuan se detuvo al instante, la insatisfacción se reflejó en su rostro.

"¿No te lo dije antes? Odio que los hombres usen lenguajes obscenos cuando tienen relaciones sexuales. Creo que es una derogación del estatus de las mujeres, básicamente me faltas el respeto."

"Bien, bien, bien... no lo diré." Peng Ze se comprometió.

Lamentablemente, la "cosa" que finalmente se endureció después de muchas dificultades volvió de nuevo a ser suave cuando tocó la pierna de Liu Xuan. Peng Ze siempre ha sentido que las piernas de Liu Xuan no eran lo suficientemente largas ni lo suficientemente rectas, les faltaba un poco de sensualidad. Especialmente, no se siente emocionante tocarlas.

Este es el fantasma psicológico que Li Zhen Zhen le había dado a Peng Ze.

Con el fin de asegurarse de que todo va bien, Peng Ze le respondió suavemente a Liu Xuan: "Bebé, ¿puedes arrodillarte? Intentemos hacerlo desde atrás."

Después de que Liu Xuan cambiara a una posición de rodillas, Peng Ze se frotó contra su trasero, un par de veces, sus dos manos sostuvieron su suave trasero, pero antes de que comenzaran, "se" volvió a suavizar.

Liu Xuan ya estaba en su punto de romperse, y después de esperar un rato, no se hubo ningún movimiento. Se volteó para ver a Peng Ze masturbándose de nuevo.

"Peng Ze, eres realmente bueno, ¿no? ¿Cuántas veces hemos intentado tener relaciones sexuales desde que nos juntamos? Esto no ocurre una vez, no dos veces, sino todo el tiempo. ¿Eres realmente impotente o me estás mirando hacia abajo? Si no te gusto, deberías haberme dejado, ¿quién tiene el maldito tiempo para ayudarte a practicar tus habilidades?

No sirve de nada decir nada esta vez, ella se levantó, se vistió y se fue.

El derrotado Peng Ze se resentío de Li Zhen Zhen en su corazón, odiaba su gran habilidad en la cama, que elevaba su miembro tan alto que nadie podía satisfacerlo. Desde que Peng Ze y Liu Xuan se juntaron, rompió completamente el contacto con Li Zhen Zhen, temiendo no poder sacar a su anterior compañero de cama de su memoria, pero lo que temía, sin embargo, llegó. Peng Ze fue incapaz de deshacerse de la imagen de los dos muslos blancos de Li Zhen Zhen que rodeaban la parte inferior de su cuerpo como una cuerda.

Mientras pensaba esto, el timbre de la puerta de repente sonó.

Peng Ze se ajustó el pantalón correctamente antes de abrir la puerta.

El rostro relajado y forzado de Li Zhen Zhen apareció frente a Peng Ze, estaba vestido con su ropa habitual, con cejas sonrientes y labios ligeramente levantados, llenos de una expresión coqueta.

"Sí, vine a devolverte los calcetines y la ropa interior que dejaste en mi casa después de lavarla."

Se encendió un fuego en el corazón de Peng Ze, quien violentamente hizo caer a Li Zhen Zhen en sus brazos.

A pesar de su forcejeo y rebeldía, Li Zhen Zhen fue arrastrado inexplicablemente al dormitorio.

Cuando Xuan Da Yu llegó a la casa de Peng Ze, la puerta estaba abierta. Escuchó movimientos provenientes del dormitorio y caminó directamente hacia el.

"Lao Gong (esposo)... ah, ahhh... me follas tan bien."

"Quién es tu Lao Gong... solo eres un pequeño hijo de puta."

"Pa, pa, pa....."

La escena llamativa hizo que la cabeza de Xuan Da Yu se inflamara, Peng Ze estaba peleando con un hombre en la cama, Xuan Da Yu podía ver y escuchar claramente. La persona que estaba torciendo su cintura, sacudiendo su cadera y gritando en voz alta era claramente un hombre.

¿Qué impotencia? ¿Qué incompetencia? Al conocer a Li Zhen Zhen, todos esos problemas desaparecen como el humo. Peng Ze no ha sido tan indulgente en mucho tiempo, así que, como hombre, lo estaba dando todo.

El sonido de pa, pa, pa, parece aplastar la cabeza de Xuan Da Yu.

¡Bien! Xuan Da Yu rechinó los dientes con desagrado, su pupila se partió con furia. ¡Todos y cada uno de ustedes, malditos, tienen agallas!

Después de eso, sin un saludo, salió corriendo de la casa de Peng Ze de nuevo. Conduciendo directamente al club donde a menudo va y terminó más de 600 ml de vino blanco. Bebió hasta el punto donde casi se desmaya.

***

Desde el enfrentamiento entre Xia Yao y Tian Yan Qi, su relación se ha vuelto mejor y mejor. Debido al hecho de que Xia Yao había ayudado a Tian Yan Qi a pagar sus matrículas, Xia Yao no dudó en pedirle directamente al otro hombre que lo ayudara a vigilar a Yuan Zong para que no permitiera que esas desvergonzadas se aprovechen de su hombre.

Para Tian Yan Qi, por supuesto, es un buen trabajo.

"Yuan Zong tiene la costumbre de tomar una siesta al mediodía. ¿Te importa vigilar su puerta durante ese tiempo para que nadie pueda molestarlo?" Xia Yao instó.

Los ojos de Tian Yan Qi mostraron una admiración envidiosa. "¡Realmente te preocupa el director Yuan!"

"Por supuesto..." Xia Yao levantó sus labios en una sonrisa, "¡Soy su hombre!"

Por lo tanto, Tian Yan Qi obedientemente "atiende las órdenes de Xia Yao" todos los días y cumple muchos roles. Cuando Yuan Zong duerme, se convierte en un guardia de la puerta, cuando Yuan Zong va a clase, se convierte en su compañero de entrenamiento, cuando Yuan Zong sale, se convierte en su asistente, cuando Yuan Zong va a comer, se convierte en su compañero. Como resultado, los rumores sobre estas dos personas se han extendido por toda la compañía.

Todos los estudiantes tomaron el amor secreto de Tian Yan Qi por Yuan Zong como tema de debate en su tiempo libre.

Más tarde, cuando estas locas palabras se extendieron a los oídos de Xia Yao, Xia Yao no se enojó sino que se disculpó directamente con Tian Yan Qi.

"Verás, siento hacerte tomar la culpa."

Tian Yan Qi inmediatamente agitó su mano. "En comparación con el costo de la matrícula que me diste, esto no es realmente nada. Eres una persona realmente noble. Sin ti, podría haber tenido la oportunidad de pasar por alto al Director Yuan."

Xia Yao se echó a reír: "Mírate, dices como si esos rumores sobre ustedes dos fueran realmente de verdad."

Tian Yan Qi reaccionó con indiferencia ante las palabras de Xia Yao y se rió con él.

Después de la clase de hoy, Tian Yan Qi permaneció en la sala de entrenamiento y no estaba dispuesto a irse como siempre. Se paró bruscamente frente a la puerta de la oficina del director Yuan para servir como guardia de la puerta. Sin el conocimiento de muchas personas, sostenía un pequeño espejo en la palma de su mano de una manera discreta. Tian Yan Qi se ajustó al mejor ángulo de reflexión y comenzó a disfrutar de la imagen de Yuan Zong en toda su masculinidad.

El pequeño espejo de Tian Yan Qi estaba oculto con tanto cuidado que no se descubriría ni siquiera cuando estuviera a su lado.

Pero Yuan Zong vio a Tian Yan Qi levantando su pequeño espejo. Por un corto tiempo, Yuan Zong usó sus manos de tigre para arañar su escritorio, seguido de varias vueltas antes de gritar una orden.

"¡Un paso adentro!"

Tian Yan Qi rápidamente retiró el pequeño espejo y entró firmemente en la oficina de Yuan Zong con sus ojos brillantes.

Yuan Zong no habló, solo lo miró calmadamente. Tian Yan Qi se sentía culpable en el fondo, pero le devolvió la mirada sin disculparse, y sin arrepentirse en lo más mínimo. Los dos hombres se miraron por un largo tiempo, Tian Yan Qi finalmente no pudo evitar hablar primero.

“Director Yuan, ¿puedo decir algo?"

“Habla.”

"Desde la última vez que lo encontré a usted con el oficial Xia... de repente me sentí un poco incómodo cada vez que veía su rostro serio..." Mientras más decía, más baja se volvía su voz. Sintió que esta broma no podía aliviar la atmósfera en absoluto, así que rápidamente prestó atención y le preguntó: "¡Director Yuan, vuelva a establecer su autoridad en mi corazón!"

Yuan Zong estaba demasiado perezoso para levantarse, un palo en su mano salió bruscamente, golpeando directamente el trasero de Tian Yan Qi, que fue suficiente para que Tian Yan Qi se mordiera los dientes con dolor.

Aun así, su corazón estaba feliz.

Xia Yao llegó justo a tiempo para ver a Tian Yan Qi saliendo de la oficina de Yuan Zong, frotándose su trasero adolorido.

"¿Qué pasa?" Preguntó Xia Yao.

Tian Yan Qi dijo: "Deje que el director Yuan me golpeara.”

“¿Por qué te golpeó?”

"Probablemente porque soy un monstruo que está parado afuera."

Xia Yao le dio a Tian Yan Qi una fuerte palmada intimidante en el hombro.

"¡Sólo espera, el hermano irá a vengarse por ti!"

Desafortunadamente, tan pronto como entró, su nalga fue recompensada con otro golpe. Yuan Zong usó su mano esta vez para que la fuerza fuera mucho más liviana que el palo que lanzó, pero Xia Yao todavía aullaba de dolor. Su voz cambió repentinamente para imitar el rugido sordo de Yuan Zong.

Luego en su propia voz, Xia Yao gritó enojado, "Esto es por golpear a Xiao Tian.”