135. Destruyendo la propia reputación

Xia Yao tuvo que descansar su trasero en la cama durante casi una semana antes de volver al trabajo. Sentía que había estado completamente separado del resto del mundo.

134. Un precio demasiado alto que pagar.

A mediados del siguiente día, Xia Yao se despertó distorsionado.

Lo primero que le vino a la mente fue: "¿Todavía estoy vivo?"

133. ¡No pierdas un solo tiro!

Veloz como un rayo, Yuan Zong metió a Xia Yao en el asiento del pasajero.

El auto aceleró a toda velocidad por la carretera como un huracán furioso, y afuera el viento aullaba contra las ventanas como las garras de un tigre que rasguñan el vidrio. La carrocería del vehículo giró a la izquierda, luego a la derecha, la sacudida repetida impidió que Xia Yao pronunciara una palabra mientras su ritmo cardíaco aumentaba al unísono con la velocidad del auto.

132. Seis hombres un drama

Xuan Da Yu, de una vez, compró varias colecciones de ropa para Wang Zhi Shui. Después de cambiar a ellas, su temperamento personal mejoró de inmediato.